Hemodiálisis vs Diálisis Peritoneal 

04.09.2024


La hemodiálisis es una técnica de depuración extrarenal mediante la cual se extrae líquido y se intercambian iones a través de un filtro, supliendo así la función renal. 

Por norma general, esta se lleva a cabo en un centro hospitalario o periférico bajo supervisión de un equipo sanitario, aunque existe la posibilidad de realizarse en el domicilio mediante un programa de Hemodomi, para lo que el paciente debe reunir ciertos requisitos.

La base de su funcionamiento se resume en el paso de la sangre a través de un filtro (dializador), que describiremos más adelante en otro post. En el transcurso, líquido e iones como sodio (Na), calcio (Ca), fósforo (P) y potasio (K) son eliminados o repuestos gracias a un líquido de diálisis que circula a contracorriente por el dializador.

Por otro lado, la diálisis peritoneal, es un tratamiento de sustitución extrarenal domiciliario, en el que el usuario se conecta durante ocho-diez horas a una máquina denominada cicladora. Para llegar a este punto, el paciente ha sido instruido por un equipo de enfermería de manera práctica para que luego pueda enfrentarse a la técnica sólo o con ayuda en el domicilio.

Asimismo, existe una técnica manual, los llamados cambios manuales, que el usuario puede realizar en caso de que se requiera, bien por problemas con la cicladora o porque se le ha sido indicado.

En resumen, a diferencia de la hemodiálisis, donde se usa sangre y líquido de diálisis, en la diálisis peritoneal se emplea el peritoneo (membrana abdominal que recubre la mayor parte de los órganos del abdomen). Ambas técnicas son eficaces, aunque bien es cierto que la diálisis peritoneal confiere mayor independencia y calidad de vida a la persona con enfermedad renal.

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