Cáncer de riñon y Nutrición

El cáncer de riñón es una patología caracterizada por un crecimiento anómalo y descontrolado de algunas de las células de este órgano, cuyas causas atiende a diversos factores de riesgos, entre los que se citan el envejecimiento, la obesidad, los hábitos tóxicos (alcohol y tabaquismo, principalmente), la exposición a ciertos químicos como el cadmio, el petróleo y asbestos, así como la hipertensión arterial y la enfermedad quística renal adquirida.
Por norma general, representan entre el 2% y el 3% de la totalidad de los tumores, con una prevalencia mayor en hombres, sobre todo a partir de los 50 años.
Su diagnóstico suele darse de manera secundaria a otros tipos de exámenes, pues, en la mayoría de los casos cursa de forma asintomática.
Dicho esto, la enfermedad podría afectar de manera significativa a la alimentación, y viceversa, aumentando, por un lado, el riesgo de sufrir infecciones y reduciendo, por otro, la eficacia al tratamiento y la calidad de vida.
Asimismo, la malnutrición se convierte en un problema vital que se debe abordar desde la nutrición y la dietética, en especial, en aquellos sometidos a la nefrectomía (extirpación del riñón afectado).
VALORACIÓN NUTRICIONAL. ASPECTOS A TENER EN CUENTA.
- Valorar el peso. En especial si existe una pérdida de peso significativa (grasa o músculo) y/o retención de líquidos.
- Valorar posibles síntomas. Sobre todo si se produce una pérdida de apetito y/o cambios notables en la alimentación.
- Valorar el rendimiento. Si existe una mayor dificultad para caminar o realizar actividades cotidianas que antes no suponían grandes esfuerzos.
RECOMENDACIONES.
- Realizar ejercicio físico adaptado antes de las comidas pues ayuda a incrementar el apetito.
- Realizar 5-6 comidas cada 2-3 horas, en pequeñas cantidades. Aunque no se sienta hambre y evitando sentirse saciado. Se recomienda comer acompañado e intentar variar los menús.
- Tener alimentos de alto valor calórico y poco volumen siempre a mano.
- Evitar la sal y los procesados.
- Utilizar especias para potenciar el sabor.
RECOMENDACIONES DIETÉTICAS.
- Tomar las frutas en almíbar.
- Cocinar las verduras rehogadas, salteadas o con salsas (bechamel, mayonesa u otras).
- Preparar las pastas, carnes (pollo y pavo) y pescados siempre en salsas.
- Aumentar el consumo de aceite de oliva virgen extra. También, queso crema, mantequilla, frutos secos y aguacates.
- Enriquecer los purés, cremas y sopas con aceite de oliva, papa, maicena, pan, queso rallado o arroz.
- Consumir queso (en sándwiches u otros preparados).
- Consumir batidos de frutas o cereales con leche entera, helados o yogures. Se pueden añadir frutos secos, miel o nata.