Calambres musculares y Nutrición

De acuerdo a la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, un calambre muscular es un espasmo doloroso de carácter involuntario que puede afectar a un grupo muscular o, de forma aislada, a un músculo en concreto.
Generalmente, tienen lugar durante la práctica de ejercicio físico y/o inmediatamente tras su finalización, hablándose, más especialmente, de calambres musculares de tipo parafisiológicos. Esto quiere decir que estamos ante un tipo de espasmo muy habitual, no patológico que, además, acontecen en personas sanas y de manera esporádica por el ejercicio físico.
Si los espasmos aparecen de manera constante y difícilmente se alivian, se aconseja visitar a un facultativo médico, pues puede ser signo de otras dolencias.
ETIOLOGÍA.
- Fatiga muscular originada por un déficit de hidratos de carbono y electrolitos.
- Deshidratación.
Dicho esto, cabe tener en uenta que el sodio (Na) es e electrolito que en mayor cantidad se elimina a través del sudor. Un valor que ronda los 40-60 mmol/l.
FISIOLOGÍA.
En condiciones normales, los hidratos de carbono contribuyen al aumento de las reservas de glúcogeno muscular, al mismo tiempo que favorecen la absorción de agua y sodio. Dicho sodio es el que permite, a su vez, el retranspote de glucosa. Así, tanto el sodio como la glucosa aumenta la entrada de agua en las células intestinales, favoreciendo la hidratación y la prevención de la fatiga muscular.

RECOMENDACIONES.
- Hidratarse previo al ejercicio, durante y, especialmente, después de este.
- Tomar antioxidantes (como el pignoginol extraido de la corteza de los pinos marítimos que crecen en el suroeste de Francia).
- Tomar suplemento y/o alimentos ricos en magnesio y potasio.
ALIMENTOS RECOMENDADOS.
- Verduras, frutas y hortalizas.
- Papas.
- Nueces.
- Plátanos.
- Carnes rojas.
- Leche y derivados.
- Agua.